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Virgen del Rosario

La fiesta de la Virgen del Rosario está ligada a la historia de dos de las instituciones más poderosas de su época: el papado y la corona española. En 1570 los turcos tomaron varios puertos de Venecia, territorio que inmediatamente pidió auxilio al papa Pío V (1504-1572). El pontífice logró conformar una “Liga Santa” con el Reino de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta (orden religiosa católica fundada en Jerusalén), La República de Génova y el Ducado de Saboya (estado integrante del Sacro Imperio Romano Germánico).

Este conflicto desembocó en el enfrentamiento naval de Lepanto (1571) resultando favorecido el grupo cristiano, quien atribuyó la victoria a la intercesión de la Virgen ya que al momento de librarse la batalla el papa se encontraba rezando el Rosario al tiempo que había encomendado hacerlo también a todo el orbe católico. El triunfo fue el 7 de octubre, razón por la cual Pío V instituyó en ese día la fiesta de “Nuestra Señora de las Victorias”, que para 1573 mudaría su nombre por el de “Nuestra Señora del Rosario” a petición del papa Gregorio XIII (1502-1585).

La devoción al Rosario se ha encontrado tradicionalmente ligada a la figura del santo español Domingo de Guzmán (1170-1221) quien fundó la Orden de los Predicadores (Dominicos) en el año de 1216, convirtiéndose en los principales promotores de la práctica del Rosario y el culto a la Virgen que lleva el mismo nombre.

ENTRE LAS BATALLAS Y LAS OLAS:

Lepanto y sus consecuencias en su fiesta, patrocinio y culto

Tomando como ejemplo el triunfo marítimo de Lepanto, en el siglo XVII la Virgen del Rosario se convirtió en la patrona de las fuerzas marítimas españolas y de sus dos rutas más importantes: la Flota de Real de Indias, que partía de Cádiz a Veracruz, y de la Naval de Manila o Nao de China, que viajaba de Manila -en Filipinas- a Acapulco.

Ambas traían consigo imágenes de la Virgen bajo esta advocación que acompañaban a los marineros en sus travesías, siendo esta práctica la que acrecentó su veneración en la Nueva España, aunque existen testimonios de un culto temprano en este territorio como la existencia de una Cofradía del Rosario desde 1538 en la ciudad de México, así como múltiples pinturas de la Virgen del Rosario hechas durante el siglo XVI.

En la ciudad de Puebla tanto el culto a esta Virgen como la práctica de rezar el Rosario se inicia desde 1648, esta costumbre tenía lugar en el Templo de Santo Domingo, primero los días lunes, miércoles y viernes en un acto encabezado por el obispo Juan de Palafox y Mendoza, quien se cree inició la tradición, y ya para el año de 1650 se establece el rezo perpetuo del Rosario y se comienza a proyectar una capilla para su cofradía, la cual fue consagrada el 16 de abril de 1690 con el favor del obispo Manuel Fernández de Santa Cruz

Curador

  • Alejandro Andrade Campos

Composición de la exhibición

Galería de la exhibición

RESUMEN

No. de piezas expuestas

Pinturas

Libros impresos

Objetos

8

4

4

0

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