Árbol genealógico de Abraham
Joseph de Priego, pintura novohispana
Segunda mitad del siglo XVIII
Óleo sobre lienzo
El tema de la ascendencia de Jesucristo se representa en esta obra por medio de una composición vertical, en la sección inferior observamos a un hombre recostado en forma reexiva, abrazando el tronco de un árbol, él es Abraham. En la parte superior, las ramas del árbol sirven de guía a otras plantas formando dieciséis círculos, que enmarcan a personajes. Los nombres escritos en dorado dentro de los círculos nombran la estirpe de Abraham, de cuya boca sale la leyenda Ego quasi vitis fructicavi, que signica “Yo como la vid broté pimpollos de suave olor, y mis ores dan frutos de gloria y riqueza”.
En medio de ellos una mujer que sostiene en sus brazos a un niño y un cetro, aparece sobre una gran flor; es la Virgen María, a quien se pintó según los tratados de pintura de la época, mismos que indican la manera de cómo debían representarse los temas religiosos con decoro, corrigiendo los errores cometidos por la ignorancia hacia la materia y dignicando la pintura sagrada. Se representa “envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies, y en la cabeza una corona de estrellas […] se debe representar como muchacha de doce o trece años, vestida con un traje blanco y un manto azul”.
Abraham y la Virgen María, junto con el niño Jesús, son los personajes principales en la pintura; esto se consigue por la ubicación, ambos se encuentran al centro de lacomposición, así como por el tamaño y la iluminación, en ambos casos es mayor que para el resto de los personajes. Al fondo hay un paisaje, una ciudad amurallada, un río o mar sobre el que navega un barco. Otros elementos que se aprecian son una palmera, un ciprés, una torre, un pozo, así como algunas flores.
Abajo podemos leer “HABRAHAN”, la fuente documental para el Sueño de Abraham la encontramos en el Génesis (15:12-14), el primer libro de la Biblia y en el que se tratan temas como los orígenes del universo, de la humanidad y del pueblo de Israel. Este texto narra:
Sucedió que a la puesta de sol un profundo sueño cayó sobreAbraham, y he aquí que el terror de una gran oscuridad cayó sobre él. Y Dios dijo a Abraham: Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, donde serán esclavizados y oprimidos cuatrocientos años. Más yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después saldrán de allí con grandes riquezas […]
Este tema es poco recurrente en la pintura novohispana, sin embargo, la utilización del árbol para demostrar el origen humano de Jesucristo es común en diversas obras, siendo el más popular el del Árbol de Jesé. Éste se forma de tres elementos: la raíz que se asocia a la figura de Jesé, la vara, que se relaciona con la Virgen María y la flor, asociada con Cristo. El Árbol de Jesé ha tenido cambios a lo largo de la historia, llegando a las representaciones que toman la forma de árbol genealógico familiar; en ellas cada rama tendrá tanto a miembros de la estirpe real como a profetas, variarán el número y los personajes según la concepción espacial y compositiva. Esta será una imagen propia de la segunda mitad del siglo XII, y sin interrupción se utilizará hasta finales del siglo XVI. En cuanto al arte creado para las órdenes religiosas, el uso del árbol genealógico es una herramienta para representar tanto el origen de las órdenes como a sus fundadores.
José de Priego, el autor de esta obra pictórica que se encuentra en la sala Alegorías y Patrocinios del Museo de Santa Mónica, se mantuvo activo durante la segunda mitad del siglo XVIII; encontramos obras de él en localidades como Ocotlán en Tlaxcala, en Huejotzingo, en la ciudad de Puebla, específicamente en el Ex convento masculino de santo Domingo de Guzmán y en la colección del museo, se tienen dos obras más firrmadas por este pintor.